Para este encargo, destinado a un muchacho de 14 años aficionado al fútbol, me he decidido por un look grafitero, más en la onda de los chicos de su edad.
Todos hemos visto esas inscripciones o signos anónimos dibujados o pintados en paredes de
edificios, muros o vagones de metro, cuyo objetivo principal es
testificar la presencia de su autor en un lugar determinado. Esta corriente, importada de Estados Unidos donde grafiteros procedentes de etnias y ambientes
sociales marginales, representa una subcultura de la calle, espontánea y
underground, conectada con la música hip-hop. La mayoría de las veces no nos parece más que otra forma de vandalismo y realmente constituye un problema en muchas ciudades. Pero hay que reconocer que a veces se encuentran verdaderas obras de arte que expresan sentimientos y mensajes de crítica social de innegable valor cultural. Valga de muestra esta selección: graffitis geniales
Quizá lo que haya que hacer es habilitar espacios donde se puedan desarrollar esas manifestaciones conjugando el respeto, el civismo y la verdadera recreación artística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario