Si preguntas a un chico qué instrumento "mola" más, un alto porcentaje te dirán que la batería ya que forma parte fundamental de la mayoría de los grupos musicales actuales y se puede ver cómo los bateristas se entregan en cuerpo y alma (nunca mejor dicho), lo que hace pensar que es muy divertido.
Pero no se trata sólo de volverse loco aporreando platillos, cajas, bombos y tombs, el baterista tiene la muy importante tarea de mantener el tempo de la canción, lo que no es ninguna tontería. Para ello hay que tener muy buena coordinación, musicalidad y capacidad de crear y mantener un ritmo sin que decaiga la energía. Y es que además tocar la batería puede que sea uno de los "deportes" más divertidos.
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