La gran acogida que ha tenido desde su aparición en el mercado literario se ha debido, entre otras cosas, al trepidante ritmo de acción que llevan aparejadas todas sus aventuras, historias cortas con un sinfín de curiosidades e intrigas en un formato muy manejable y ajustado de precio.
Pero lo que más caracteriza a estos libros es un diseño atractivo, con mucho color, ilustraciones, diferentes tipografías e incluso con olores que van acordes al escenario en el que transcurren las mismas. Algo que cuanto menos despierta el interés y llama la atención de los niños y niñas.
Esta presentación, tan atractiva a los ojos de los primeros lectores, hay que tomarla sin embargo con cierta cautela. En mi opinión, la calidad literaria es limitada y convierten la lectura en algo excesivamente sencillo de tal manera que el acercamiento a otro tipo de textos puede hacérseles a los niños demasiado duro en el caso de estar acostumbrados únicamente a este tipo de presentaciones. Por eso conviene que no sea lo único que lean. Sea como fuere lo importante es que, gracias a la pluma de Elisabetta Dami y al carisma de estos personajes, la población infantil a nivel mundial está aprendiendo a amar la literatura, a adquirir hábitos lectores, a hacerse con un hobbie sano y a saber que no hay mundo más mágico que el de los libros.
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