Esta camiseta me la encargaron para una chica que practica yoga. Me apetecía inspirarme más en la dimensión espiritual de esta disciplina que en las posturas (asanas) y por eso elegí una silueta meditando frente al horizonte incluida dentro de un mandala. Mandala significa "círculo" en sánscrito y son representaciones simbólicas muy utilizadas en el hinduismo, en el budismo y en la tradición
oriental. En este caso los cuatro puntos cardinales están marcados por corazones, que simbolizan la unión, el sol, el amor y la felicidad.
He utilizado tejido de algodón orgánico y pinturas para tela.
Me parece especialmente interesante su aplicación a nivel pedagógico. Al pintar mandalas,
los niños pueden desarrollar aún más su grado de atención, la
flexibilidad y la imaginación. Además, aumentan su creatividad y su
nivel de concentración.
También se utilizan con fines
terapéuticos y para trabajar la psicomotricidad fina y el reconocimiento
de diferentes colores. Pintar mandalas con música relajante de fondo, ayuda al niño a autoconcentrase y concentrar toda su energía en el dibujo.
Asimismo, los mandalas fomentan el razonamiento y funcionan como un estímulo al aprendizaje, comunicación y expresión. Y, como si todo esto fuera poco, desarrollan la paciencia,
despiertan los sentidos y mejoran el autoestima. A mis hijos les encanta colorearlos y les mantiene un buen rato lejos de la tele y los videojuegos. ¿Qué más se puede pedir? Os animo a probarlo.
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