Como veis, a veces me piden que repita un diseño y, con gusto se hace, pero siempre con un toque diferente. No se hacen dos camisetas idénticas, siempre cambia algo, siempre hay un detalle que la distingue de la anterior...
Es una de las cosas que tienen las cosas artesanas completamente hechas a mano. Y es que el resultado no sólo depende de la mano, que como no es una máquina no fabrica clones, sino que cada encargo nos inspira de manera diferente porque siempre le damos un trato personal.
En este caso la draculinase asoma desde un marco de cinta de zigzag, con un estilo un poco vintage.